10 Apr 2015

Después de todo lo que has hecho
la gente te sigue queriendo
y te saludan
y dicen que te desean el bien
y para ellxs quizá eres una buena persona
y no saben
o si saben
no les duele como a mí
que me siento cada día más solo
en esta cruzada



De algún modo es otoño
en los dinteles de las puertas de mi república
aparecen dibujos a mano alzada
un tanto borrosos
-otro tanto dolorosos-
en los que tú eres el punto de equilibrio
como algunos otros otoños
que ahora ya son varios.

No es que las cosas hayan cambiado mucho
si la tierra da vuelvas cíclicas, porqué nosotros no
porqué no volver a los mismos hábitos
a los mismos recuerdos
la misma falta de empatía
la misma cobardía
de ni si quiera poder invitarte un té.




26/9

Me hiciste olvidar mis sueños
es cierto
Pero me acurrucaba en tu pecho
y descansaba
no despertaba a mitad de la noche como niño asustado
o lleno del tedio de todas las noches
Por último si despertaba estabas tú
o al menos tu cuerpo
yacía
yermo
aún tibio.





Me han dicho que el tiempo arregla todo, pero se les olvidó un pequeñito detalle: aunque el tiempo arregle 'todo', no puede arreglar lo que no está averiado. Y entre tú y yo así son las cosas, nada está mal, todo está bien, como quizá debería ser. Yo no te hablo, tú no me hablas; apenas nos conocemos, nos hemos visto en contadas ocasiones en nuestros pocos  (o muchos, que al fin y al cabo son todos) años de vida. Quizá si nos encontramos nos saludamos amablemente, pero qué más que eso podría esperarse?
Sí, quizá el que se echó a perder soy yo y el tiempo me va a "arreglar" y me va a dejar como a "todxs": con un trabajo más o menos bueno, con un lugar donde vivir, con una sonrisa en la cara para mostrar, con un discurso para contar, con un par de experiencias significativas y un vacío enorme.
Yo pienso que voy a llegar a viejo y voy a seguir descompuesto. No es que piense que no tenga arreglo, mas no quisiera ser remendado y quizá ese es el punto. Pienso que voy a llegar a viejo, que vas a haber hecho tu vida, que serás feliz (no podría desearte menos que eso), que tendrás una familia bonita y que se algún modo sabré todas esas cosas. Pienso que si es que mueres de viejita y yo aún no lo he hecho, quizá también muera, como esas parejas que de tanto estar juntxs no pueden vivir sin su compañerx. Aunque ahora que lo pienso mejor, creo que mientras tenga un recuerdo al que aferrarme quizá no me pase eso, después de todo es lo único que siempre he tenido de ti.




Me gusta el pasado
quedarme saboreándolo con la prisa de los caracoles
que no desesperan de la salida del sol por las mañanas.
Me gusta el pasado,
sus recovecos y sus hendijas,
los entramados urdidos con cariño por la memoria;
las sensaciones imposibles de recordar.

Me gusta el futuro;
lo incierto, lo inmenso e inabarcable del futuro
los océanos, cordilleras ingentes, escarpadas de lo que aún no ha ocurrido
me gustan los devenires, me gusta devenir constantemente

Me gusta el presente y la inexpugnable temporalidad de mi existencia



Yo tenía una amiga, la verdad es que no sé si era la mejor o si acaso para mí era la mejor, pero era mi amiga eso bastaba. Yo la quería, ella me quería. Nos confiábamos cosas cuando era necesario, compartíamos el tiempo juntos, nos entendíamos lo suficiente, de manera que aunque ella dijera que quería agua, yo sabía que mejor sería darle una lata de 350cc de coca helada; o si yo le decía 'cualquier cosa' ella sabía que eso era un té no muy caliente, bien cargado y sin azúcar. Insisto, no sé si era la mejor, porque si me atengo a los hechos podría incluso llegar a pensar lo contrario. Y quizá intentando proteger algo que no sé si aún existe, no mencionaré esos hechos que tampoco me gustaría recordar; pero sí quiero decir que a pesar de todo la quiero y no quisiera que algo malo le pase.
Solía hacer abstracciones relativamente elaboradas (no sé si para bien o para mal) sobre cosas que pasaban por mí. Ahora no es que no pasen cosas, más bien estoy aletargado. Ya casi va a ser un año desde que terminamos con L y ni cerca estoy de rehacer planes, más bien lo contrario, pienso irme, escapar, huir. Deconstruir incluso lo que de mí creía, no partir de cero ni borrar nada, porque aunque escape, no escapo hacia la nada sino hacia algo bastante escalofriante desde mi punto de vista de perceptor un poco abstraído. En primer término porque la huida es necesariamente de algo que no he querido enfrentar, en segundo término porque es un huída relativamente drástica, y en tercer término, porque no es definitiva, lo que sí es definitivo es que tendré que volver a no-enfrentar las cosas que tengo en frente: que no soy capaz si quiera de pedirte que seamos amigos, que no soporto el estilo de vida contemporáneo en términos de trabajo y consumo, que no tengo la voluntad ni la fuerza para resistir de manera sostenida, que veo cada vez más cerca este fatum como algo macabro e inevitable.
Solía hacerlo sin darme cuenta
y yo pensaba que debía forzarme

Castaneda, again...

Dos cosas.
Una: Ser inaccesible, tocar lo menos posible el mundo, sólo lo necesario.
Dos: Mi forma de ser realista o evidenciar que las cosas que dice la gente que hará (que, 'realistamente', luego no harán, daña el espíritu. 
Ya ni si quiera me molesto en preguntar si alguien me acompaña al teatro o al cine... como autómata compro las entradas o el abono en este caso sin pensar si iré solo o acompañado (no hace falta darle vueltas a ciertas cosas que a estas alturas son obvias). La última vez que intente ir con alguien a algún evento de este tipo fue al CineUC y estúpidamente olvidé las llaves del u-lock y no tenía donde estacionar... la última vez fue en Ecuador, cuando vi José y Pilar.
A veces me gustaría poder decir estas cosas a alguien, pero no sé a quién le podría interesar, por eso lo escribo. O quizá sí sé, pero no me atrevo.
Este año, igual que el año pasado, los abonos a FITAM son más baratos que la entrada para estudiantes.

Sueño.

Hoy comprobé que aunque sueñe contigo
y lo recuerde
ya no es algo que me haga despertar alegre.

y no es porque no te tenga
(porque nunca te he tenido)
o porque no estés a mi lado
(porque cuando más te he buscado no has estado)
tampoco porque estés más lejos
(porque no te has alejado ni acercado).
Quizá es sólo que ya no eres un sueño que anhelo.



Contra la igualdad de género en cuanto a cuotas.

Creo que proponer cuotas para tener una representatividad de género es una política un tanto fácil e infértil. Más allá del argumento del liberalismo, que es menos eficiente, que la libertad, etc, etc, que, claro, puede ser cierto, creo que el problema de las cuotas es que no enfrenta ni soluciona el problema de la desigualdad de género. Si, por ejemplo, hay menos altos cargos políticos ocupados por mujeres, ese no es el problema. Es un efecto, una manifestación del problema. Por lo tanto, proponer cuotas para que un porcentaje de mujeres tenga un cupo asegurado en altos cargos políticos suena bonito, pero no soluciona nada (y, de pasada, también tiene cabida el argumento liberal contra las cuotas). No está mal, per se, pero sirve de excusa para no hacer más. Por eso no me agradan las cuotas como solución a la desigualdad de género.
Por dónde creo que sí va la solución? por la educación. Pero cómo hacerlo, si el Estado no tiene control sobre la educación pública, (mucho menos sobre la privada). Bueno, en este país, al parecer, habrá que esperar que una fundación o un privado se le ocurra una campaña (y no una política pública, que suena a comunista) potente que el gobierno quiera patrocinar (financiar) y que ojalá ayude a solucionar el problema que ni si quiera nos atrevemos a mirar de frente, que no es sólo la discriminación de género, sino los privilegios de unos pocos (llamados irónicamente mayoría) en desmedro de otros muchos (llamados sarcásticamente minorías).
Conocí una persona que me ha dejado muchas preguntas que no he podido profundizar mientras compartía con ella. Ahora terminamos y más allá de la distancia afectiva de ahora y lo afectado que esté emocionalmente, tengo la calma para poder reflexionar sobre ciertos temas que ella trajo sin personalizarlos de la manera que me involucraban antes.
El primer punto que quiero abordar es sobre la educación de la mujer hoy en día. Yo no le había tomado el peso hasta que apareció la broma de los princesos, esa ironía que de tan sutil para muchos pasó inadvertida. Creo que hay una brecha en la educación de género. Acabo de leer una conmovedora carta en la que un padre dice a su hija que la lógica  bajo la cuál ella debe mantener el interés de su pareja (en ella) ya no es válida. Bien, la crítica la comparto, es absurdo pensar que es la mujer, por su condición de mujer la única que debe hacer cosas para mantener el interés del otro. Pero después se manda una tanda de sandeces que de verdad son insulto al entendimiento. Cuando unx lee ese tipo de cartas y las pasa bajo la lupa del entendimiento, dejan de ser bellas y pasan a ser idiotas. Es obvio que la mujer no es la única que debe hacer cosas para que su pareja (hombre) mantenga su interés, pero, oh, primera observación, hay diversidad de parejas y el rol de 'la mujer' y 'el hombre' siguen ahí, como piedras que cambian de lugar. Como cambiar un tumor por otro en vez de extirparlo. Segunda observación, es que asumiendo la diversidad de parejas, y no aceptando otro axioma que ese, debe ser resignificada la autopercepción de la mujer en una sociedad patriarcal. Pero no debe ser invirtiendo el orden de las cosas, id est, es tu pareja quién debe hacer que tú no pierdas el interés. Reproduce la lógica sólo que en sentido inverso, el problema no es que el grupo antes opresor ahora sea oprimido, el punto es que hablamos de relaciones entre dos personas que presuntamente quieren compartir algo más que el cuerpo y sus fluidos (tercera observación: el contexto). 
Cuando el padre le dice: "Tu trabajo es saber dentro de tu alma que eres digna de interés." Ok, no. No es la lógica soy digna de interés y por tanto él debe interesarse por ti aunque seas una cretina. No. Estamos hablando de relaciones entre humanxs, y éstas se construyen. Creo que el efecto del feminismo ha sido dispar, por un lado ha empoderado mujeres que antes eran oprimidas (y muchas lo siguen siendo), pero por otro ha generado mujeres victimizadas que se arrogan derechos y privilegios exclusivos por el hecho de ser mujeres. Y creo que se debe a algo tangencial al feminismo y tiene que ver con la ideología, tanto que llega a ser escalofriante como no lo saben pero lo hacen. 
Pienso que es verdad que la teoría de género o el feminismo o la teoría queer o la liberación de la mujer de las cadenas de la sociedad patriarcal no es suficiente si no es acompañado de una revolución ideológica. No sé si, como Marx, podría afirmar que eso sólo es posible con un cambio de estructura, no lo sé. Pero sí pienso que la liberación femenina en latinoamérica ha sido muy distinta de la europea. Acá la mujer no se ha liberado para convertirse en un sujeto político que rechaza el consumo y la vida privada forzada; acá la mujer se ha liberado para poder ser una princesa, siguen atrapadas en el estereotipo, no sé si por comodidad o por estupidez. 

Y todo esto, que no he profundizado aún pero pienso hacerlo en la medida que lo tenga más claro, me ha llevado a lo siguiente. Contra qué/quién? No sé si la lucha es contra los grilletes (machismo/sexismo), contra quienes los han fabricado (los hombres europeos) o contra quienes nos han obligado a usarlos (nosotrxs mismxs). Creo que son tres niveles muy claros de las distintas emancipaciones posibles, creo que por más que prefiera inexcusablemente la tercera opción, como sociedad no podemos abstraernos de lo anterior. Obviamente esta misma matriz de análisis la he aplicado a otro tipo de liberaciones (colonialismo, por ejemplo). Y así como pienso que no es posible una revolución sexual sin una revolución ideológica-cultural, no es posible liberarse de quienes no han obligado a usar los grilletes sin destruir los grilletes e increpar, al mismo tiempo, a quienes han fabricado los grilletes.



Siempre que te sueño, me pasa que quiero retenerte y termino despertando por demasiado deseo consciente.
Porque cuando sueño -hace al menos unos cinco o seis años- tengo cierta clara y vaga consciencia que es un sueño, aunque no puedo manejarlos sin evitar despertarme. 
Hoy fue distinto. No porque haya adquirido algún tipo de poder sobre mi mundo onírico, sino porque te soñé, y a diferencia de absolutamente todas las veces anteriores, no quise retenerte en mi sueño. 
Te dejé ir, y seguí durmiendo; seguí soñando con otras cosas y cuando desperté a penas recordaba tu rostro. 
No, aún no has vuelto a ser ese sueño que no recordamos y que nos hace despertar alegres. Sí, es irremediablemente triste, para mí, sentir que me he enfriado tanto que quizá ya no pueda seguir escribiéndote (porque, enfrentémoslo, escribirte como invento creacionista es lo único que he hecho respecto a ti en los últimos años); y, sabes?, de algún modo le tenía cariño a la sola práctica de escribirle a tu recuerdo que parecía inmarcesible.