11 Mar 2009

V

Mientras caminaba camino a mi casa noté cómo el suelo se inclinaba para hacerme el andar más liviano, noté como el suelo besaba mis pies con ternura y hacía suaves masajes en mi caminar. A mi alrededor había sólo cuerpos grises, portaban sombras por doquier y no fueron capaces de sentir mi condición diferente, no lograron advertir que yo no emito sombra, que mis pies no caminan sobre la sombra que genera mi cuerpo, pues ¡No genero sombra alguna! Mi cuerpo es un cuerpo celeste, un cuerpo que dista de todos por años y por luz; mi cuerpo posee luminosidad, mi cuerpo entero es luz y cuando camino lo hago sobre haces de luz.

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