31 Dec 2008

2008/2009 recuento.

En un punto todo logró detenerse.
Ciertamente los acontecimientos se agotaron,
se cansaron de mantenerse siempre en las mismas,
el agobio era demasiado copioso y los rasguños de todos los días
se hacían cada vez más profundos.

Cerró los ojos y pidió un deseo.

Había avalanchas repetidas,
las mismas de años anteriores, pero algo había en el aire
que lo hacía estar seguro que ahora si aprendería algo,
que esta vez no dejaría pasar la oportunidad
y que esta vez no terminaría de la misma manera.
Las avalanchas se siguieron repitiendo,
y todos los posmodernistas desistieron de sus relatividades,
desistieron los seguidores de Heráclito y
desistieron agobiados ante la evidencia empírica
todos los nihilistas...

El deseó voló tan lejos,
que se perdió de vista.

Lamentablemente, para algunos,
los mismos vicios,
exactamente los mimos vicios
hacen que las mismas experiencias se repitan,
porque las cosas no son distintas,
porque las cosas tampoco van mejorando,
porque la historia es una diagonal hacia abajo
donde no hay posibilidad de relatividades de perspectiva:
Todos caemos al agujero de la muerte.

El deseo vivió feliz un tiempo,
luego se desvaneció,
igual que todo.

No comments:

Post a Comment