22 Sept 2015

Ahora,
cuando sólo me queda la sonrisa trizada,
la mirada atrapada en el vacío de los anteojos,
las manos ásperas, fatigadas, sedientas y
los pies escondidos mas no por ello menos congelados
Ahora, cuando todas las caras llevan mi cara
cuando todas las alegrías se esbozan en blanco y negro
y la escena se vuelve tan miserable que hasta la luz da la espalda;
y la penumbra se rompe por el reflejo de una pantalla
que de algún modo se las ingenia para hacerme sentir aún más miserable
Ahora cuando estoy inexorablemente solo
vuelvo a hurtadillas a esos lugares comunes que me confortan
lugares donde el llanto no me parece ajeno, 
donde yacen mis escritos
ese testimonio falto de figuras literarias 
lleno de descripciones 
enumeraciones
listas de compras 
-porque siempre hay algo que comprar en estos tiempos-
No por sentirme cómodo y de algún modo seguro
dejo de sentirme miserable,
pero al menos así me puedo quedar dormido
esperando olvidar todo para mañana 
y fingir, hacer como si nada
aunque siempre he sabido muy bien
que esa nada no existe...

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