23 Sept 2015

Hablan de el éxito en singular
entonces a unx no le queda más ser decir que no quiere ser exitosx
que prefiere otras cosas que están fuera de ese éxito
y entonces se convierte en distinto
marginal
diferente
antisocial
anarquista
comunista
y todas las categorías que lx exilian a unx de la comunidad
y lx convierten en paria
y después dicen que es unx, por pensar distinto, el que se aísla.
yo prefiero las islas en todo caso
no es que me desagraden las urbes enormes
pero no son lo mío
ya dejé de forzar las cosas
no lo paso mal, porque sé sobrevivir donde sea que esté parado
o sentado
pero prefiero las islas como quién prefiere comprar en el negocio de la esquina al supermecado
o como quién prefiere helado de naranja al de chocolate


22 Sept 2015

Bonito y Triste.

Durante mucho tiempo creí, como quién cree en Dios o los Ángeles, que escribir era la única forma que podía tener la vida. De chico también pensaba que escribir podía ser una terapia, una forma de mantener y mejorar (?) la (a ratos miserable) vida. También, después de leer a Zurita, pensé que escribir podía ser una profesión en la que la vida estaba dedicada, como quién dedica un libro o algún hacer cualquiera, a la escritura misma. No recuerdo si con Parra, Polhammer o Lira hice de la escritura un juego más; a ratos agonal, a ratos de alea, escribir era también jugar. Hoy escribir me parece un recuerdo bonito y triste a la vez. ¿Por qué será que esos dos adjetivos me tocan juntos tan seguido?
Ahora,
cuando sólo me queda la sonrisa trizada,
la mirada atrapada en el vacío de los anteojos,
las manos ásperas, fatigadas, sedientas y
los pies escondidos mas no por ello menos congelados
Ahora, cuando todas las caras llevan mi cara
cuando todas las alegrías se esbozan en blanco y negro
y la escena se vuelve tan miserable que hasta la luz da la espalda;
y la penumbra se rompe por el reflejo de una pantalla
que de algún modo se las ingenia para hacerme sentir aún más miserable
Ahora cuando estoy inexorablemente solo
vuelvo a hurtadillas a esos lugares comunes que me confortan
lugares donde el llanto no me parece ajeno, 
donde yacen mis escritos
ese testimonio falto de figuras literarias 
lleno de descripciones 
enumeraciones
listas de compras 
-porque siempre hay algo que comprar en estos tiempos-
No por sentirme cómodo y de algún modo seguro
dejo de sentirme miserable,
pero al menos así me puedo quedar dormido
esperando olvidar todo para mañana 
y fingir, hacer como si nada
aunque siempre he sabido muy bien
que esa nada no existe...