16 Aug 2009

Break!

Hoy, con Camila:

Uno evidentemente experimenta pacer en la transgresión. Ya sea en los términos de Bataille o de Lacan, hay goce en la transgresión. Esto significa levantar el interdicto, sin suprimirlo. Traspasar el límite, perno no destruirlo. Abundante literatura hay para ejemplificar la verosimilitud de las afirmaciones previas, por lo que procedo, sin más preámbulo, al contenido de la 'conversa'.

Eso es precisamente lo que hace el arte, levanta leyes, normas y después las trasgrede. Por ejemplo, una intervención. Hay normas institucionalizadas en mayor o menos medida, las que son trasgredidas mediante la intervención artística, una extensión de la obra de arte, más bien, una traslación de ella hacia un espacio-tiempo no-acostumbrado. Pero, conversando, nos dimos cuenta que el arte va más allá. Allí donde hay una intervención no institucionalizada como norma, ha de ser intervenida. En palabras simples: "Había un loco que nos dijo que iba a intervenir la intervención, pero que nos quedáramos piola, unos pocos nomás sabíamos, así que teníamos que hacerla piola." El arte vas más allá!! Allí donde no hay un interdicto, allí donde no hay norma institucionalizada el artista trasgrede. Esta wea me superó loco, la transgresión de la transgresión; pero ni si quiera es una transgresión, porque no hay una institucionalización de la 'contra-institucionalización' o de la primera transgresión, entonces hay un algo que se da sentido a si mismo, es casi el absurdo, es algo que no puedo definir, si alguien me ayuda, genial.

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