Teatro.

Aparte:
-Ayer leía algunos de mis escritos antiguos, entre ellos, el primer intento de libro cuando aún tenía ganas de publicar algún día. No con afán comercial, sino para poder hacer un regalo a algunas personas o para tener un recuerdo simpático de esas cosas, además del innegable valor simbólico de tener un libro propio. Leí muchos poemas, leí los prólogos que hice, leí notas aclaratorias (varias) que redacté para cada ocasión, pero me quedé pegado.
-Ayer, antes de llegar a mi casa y leer mis poemas, una Amiga me hizo ver que mis muestras de confianza hacia las personas, a pesar de la precaria relación que pudiera haber, suele confundir las cosas. Personalmente creo que las cosas están confundidas desde antes, desde siempre... desde que el lenguaje verbal comenzó a sobresignificar cosas que son muy sencillas, cosas que no deben ser dichas sino sentidas.
-Ayer, pensaba en mandar otros poemas a muchas personas, hacer una compilación para cada persona que he conocido. Sé que eso confundiría mucho más las cosas, pero me imagino que sería simpático recibir algo así tan intempestivamente, sin preámbulo ni nada. Ahora he decidido empezar a trabajar en esto y para cuando me marche de esta ciudad enviarlo a sus destinatarios. Algo me hace desear que sean sólo destinatarias, pero esta vez será distinto. Espero.