Mueran los libros y los derechos de autor. Que vivan las metrallas, los tanques, las guerras y la igno-rancia!
Muerte a la curtura y su proselitismo, muerte a las galerías de Vitacura y las viejas rancias que encierran. Muerte a la juventud snobista y que vivan los flaites que rayan esculturas.
Muerte y agonía a la literatura; que viva el armamentismo, el militarismo, el nazismo... únicos "ismos" que debiera conocer la población educada.
Y que de una vez por todas se acaben los poetas que cantan a amores fáciles y a las musas. Que vivan las rocas y las liras. Que viva la palabra tosca y directa, como un arma de guerra.
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