6 Mar 2009

Desengaño.

Porque nunca se sabe bien cómo uno se va involucrando en espirales que terminan en un negro estrecho, apretado, asfixiante. Insuficiente oxigeno, palabras atropelladas, pensamientos mutilados.

El silencio de la conciencia acribilla los ojos desde dentro, distorsiona la mirada, la tapa: todo negro y obscuro, todo es negación y no hay espíritu para la sobrevida, no existen vestigios de tal voluntad implacable de hace algunos segundos.

El ácido se esparce lento por las paredes del estómago, son uñas de ácido que rasgan el estómago, es alcohol el que hace arder y deja la sensación de pesadez impregnada en todo. No hay reflujo, pero todo quema hasta la garganta, los sentimientos se atascan y todo se tumba en ese punto. Ya siento la mirada cansada, las manos torpes y un dolor que se extiende hasta el cuello. La soga se apresura a dejarlo todo inconcluso...

No comments:

Post a Comment