3 Sept 2016

Cosas vistas

(...)
Un terminal rodoviario
un chofer que tuvo un mal día
y uno que daba las buenas tardes
un centro comercial con espacios mal distribuidos
un encuentro sorpresa
una plaza como cualquiera
la sonrisa perfecta
un abrazo tibio
una consulta médica
un pie (más) lastimado
una catedral triste
la inauguración de una exhibición
una fotografía para las páginas sociales
una copa de vino
mucho rato de pie
la cojera cotidiana
las compras
otra vez el terminal rodoviario
un viaje en bus
el cansancio de la semana
quesadillas con ketchup
una lata de sardinas
un poco de orden
tus manos frías (de nuevo)
y una cama improvisada.
De fondo suena placebo, qué ironía más sutil, no?

----

Hace tiempo no me explicaba al escribir. Hoy me dijo que para qué se escribe si no es para mostrarlo. Yo dije que como recurso nemotécnico (y como un juego), un poco recordando a Hobbes un poco recordando tantas veces que he pensado lo mismo por no considerarme lo suficientemente bueno en la escritura. Llevado al extremo, trazo un bosquejo sin conectores, tiro reminiscencias, las distribuyo aparentemente al azar por la página en blanco, para leer en un tiempo más y tener un recuerdo fresco y bien guardado. Seleccionado, porque cuando se recuerda siempre se selecciona qué se deja en el olvido, ese lugar invisible que se ubica siempre donde no se le busca.

No comments:

Post a Comment