7 Sept 2010

Invitación.

Sería descortés de mi parte no aceptar su invitación
pero usted me conoce
sabe que me gusta hacerla esperar
y decir cosas como: "caca con pichí";
usted sabe que me río con comida en la boca
porque la risa es más importante que llamarse Ernesto,
Sabe muy bien que prefiero abrazar un mosaico
a sentarme en su balcón del municipal
a mirar empolvados que no se pueden comer;
que prefiero mil veces comer en el suelo
leyendo algún poema de Teillier
antes que ir al restaurante y verme obligado
sí, obligado a hablar grandilocuencia
"Oh, Berlusconi y Fini"
"Oh, genocidio en Rwanda!"
"Oh, atentado en Daguestán"

Oh, querida, no sé qué pensabas!
Te sugeriría invitaras a alguien de tu estirpe
a alguien de tu clase
color de piel
raza
época
educación,
pero ambos sabemos que no puedes
que allá no existes
que tu pelo marrón te delata
que tu precariedad neurolingüística te lo impide
pero no te preocupes, querida,
que quizás porque me conoces
sabías que me apiadaría de ti
y que aceptaría compartir contigo;
quizás porque me conoces
sabías que me daría lo mismo
codearme con esa gente estirada
y reír con desgano como ellos
porque tú fingirías conmigo;
quizás porque me conoces
y aún así decidiste invitarme
entre otros cientos o miles
sabías que sería incapaz negarme:
¡Vamos!

No comments:

Post a Comment