5 Aug 2010

"Los celos, como la tristeza, cuentan entre aquellos estados afectivos que hemos de considerar normales. De este modo, cuando parecen faltar en el carácter y en la conducta de un individuo, deducimos justificadamente que han sucumbido a una enérgica represión y desempeñan, por consecuencia, en su vida anímica inconsciente un papel tanto más importante."

Freud, S. (1921) Sobre algunos mecanismos neuróticos en los celos, la paranoia y la homosexualidad.

Cuando leí eso mi mente, pertubada por lo llano del pensamiento freudiano de hace casi 100 años, se escindió: por un lado cuando creí no ser celoso ello no era sino síntoma de la mayor importancia de los mismos dada la represión ejercidad sobre ellos; por otro lado hay estados afectivos que hemos de considerar normales, como la tristeza. Al juntar ambos caminos, vale decir, recomponiendo la cisura previamente establecida en mi mente, creo que hay quizás muchos 'casos' (personas) que aparentan no poseer tales estados afectivos como la tristeza, y de ello ha de poder deducirse justificadamente que no sólo reprimen, sino que reviste de especial importancia. A diferencia del caso de los celos, es posible que la tristeza sea aún más enignmática, por lo que considerando lo mucho que me gustan los misterios y enigmas, dejaré intacta por el momento.

Ah!
Hablando de Freud, creo que hay un terreno en él que siempre he evadido, y son los sueños. Lo único que sé por el momento es que lo seguiré evadiendo, aunque no sé por cuanto.

Me gusta el psicoanálisis.

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