4 Apr 2010

Abrí los ojos!

Que cresta!
soy un despropósito con patas
manos ojos dientes pelo (poco)
sin piojos, sin vello (poco).

Los despropósitos no miramos al ombligo
miramos a otro lado
donde siempre hay algo mejor
y más divertido. Entretenido.

Para qué mirar lo que yo escribo,
completamente aburrido.

No soy profesional,
Tampoco amateur, ni aficionado de fin de semana.
Lucas trata.
Él es paria entre los parias.
"Nadie pesca a un poeta cristiano."
Después de ver su cara
That joke is not funny anymore. 

Ayer dije 
como motivo de mi presunto ascetismo
que era debido a mi comprensión de la naturaleza de las cosas:
un mentira muy sofisticada
y tanto más sofisticada cuanto menos creíble.
(Tantos y cuantos, los extrañaba,
hace tiempo no jugábamos juntos.
Vengan, tengo miles de segundos
para compartir con ustedes mis últimas fijaciones,
mis queridas obsesiones)

Pero mi ascetismo reside por ahí
como calcetín roto en la calle
de esos que uno piensa que tienen mal olor
pero al final sólo están cochinos
y no (tan) hediondos.
(Tanto más cochinos
cuanto menos hediondos;
o tanto menos hediondos
cuanto más cochinos)

Mi ascetismo es mentira,
igual que todo lo mío.
O verdad. Da igual, ¿entiende?

A lo que iba:
Abrí los ojos:
ya llevaba mucho durmiendo
y llegó mi prima con con sigilo
y alguna intención extraña.
Yo estaba despierto
me escondí contra la muralla
me asomé al pasillo sin que me viera
y le tiré un cojín!!
Di en el blanco de su cara pálida
mientras
ella escondía su mano derecha:
el vaso de agua dio directo en mi cara
que se precipitaba a cantar victoria antes de tiempo
con una sonrisa húmeda.

Entonces, ya con los ojos abiertos, me miré leyendo cosas de amor y similares que presumiblemente (nunca es grato descartar las posibilidades egocéntricas que siempre generamos de cualquier situación) irían dirigidas a otra persona. Es una seguridad que siempre gusto discutir: ¿no serán todas las esperanzas de los hombres tan grotescas como ésta?


Obvio que tengo presente hacia donde quería llegar,
pero prefiero quedar así,
a medio camino,
como todo
incluso las disculpas truncas que ensayé cautelosamente todas las noches de ese año,
también esa forma de decir 'te quiero'
y porqué no la soledad a medias que nunca termino de construir.
------------------

Te busqué incesantemente durante dos años casi completos. Incluso en Coyhaique esperaba encontrarte a la distancia o a la vuelta de la esquina. En todos lados te veía engañado bajo la suave ilusión de cualquier pretexto. Cuando finalmente apareciste no pude hacer otra cosa que esconder mi grotesca nariz entre las páginas de mi libro: allí Alejandra calmaba mi desesperación y me impulsaba a reír nerviosamente. Pero finalmente fuiste tú la que no entendió nada; yo sólo quería buscarte, entiendes ¡buscarte! No era necesario que aparecieras de verdad, era un juego entre 'yo' y 'mi mismo', no tenías que inmiscuirte. No debiste haber hecho eso, fue injusto. Y profundamente doloroso.

A cerrar los ojos se ha dicho!
Otra vez, todo de nuevo.

No comments:

Post a Comment