14 Dec 2009

Psicosis.

Respirar duele.
Respirar duele.
Respirar duele.
Respirar duele

Así se repetía en mi mente esta y cada una de las palabras que no te dignaste a proferir, cada una de las palabras que sonaban por todas parte, con el crujir de una hoja, con el motor de las micros, con el agua golpeando la tierra. 

Hoy el miedo se instaló imperceptiblemente en un rincón de mi mente. Lo sé y no es porque lo sienta, sino que soy capaz de verlo, impasible, imperturbable, absolutamente inmóvil. Se deja caer lentamente por los distintos recovecos y curvas que componen mi mente torcida y oblicua. Se aloja en un rincón, muy cerca de donde estás escondida tú; allí, donde nadie te alcanza ni te conoce, porque aún hay lugares en mí que la luz impertinente no logra mostrar y que las miradas no han alcanzado a develar.

La psicosis deviene pronta,
es la última vez...

En adelante:
t e r a p i a   i n t e n s i v a   y   e x t e n s i v a   
h a s t a   d e s a p a r e c e r .

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