15 Dec 2009

Nihil novi sub sole

Simple: cuando estamos en el colegio y nos enteramos que alguien llegará a nuestro curso, generalmente queremos dos cosas (en adelante hablaré desde mí): que sea mujer y que sea bonita. Y en el caso no-tan-favorable que sea hombre, que por lo menos sea bueno pa' la pelota.

(En adelante haré una generalización a partir de mi situación particular) Sí, discriminamos según belleza; sí, discriminamos según habilidades. Pero no olvidemos que a la primera opción subyace la apariencia y el aspecto físico... siempre antes de la habilidad que pudiera aportar al grupo está la apariencia, la 'buena' y 'correcta' apariencia.

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