Además, no pienso.
No hay actividad comprobada en la corteza ni en el tálamo entero. Duerme. Todo el sistema entero que es el tálamo (como diría Andreoli) descansa muy adormilado (como diría YO).

Es más sencillo de lo que parece, hay recetarios varios para lograr la inactividad. Pero es complicado lograrlo, estamos acostumbrado a hacer todo el tiempo, hemos hecho de todas as cosas un hacer y las cubrimos con el velo de la cotidianidad. Es simple, sólo hay que dejar de hacer.
Cada vez que la resignificación se produce según los términos ordinarios que presuntamente rigen el mundo ordinario hay un hacer. No-hacer sería algo así como superar la episteme que determina la visión de mundo y Ver. Ver las cosas desasidamente. Es increíble lo difícil que es.