Quería flores.
Sé que nunca pude decirlo,
pero eso era lo que quería.
Exacto, ya no.
de nada sirve que me mires así,
ya no las quiero.
Me conoces, sabes que no lo haría
Sabes perfectamente que no me gusta mentir.
Si quieres lo acepto,
igual que todo,
pero no te engañes.
Sí, lo hago por eso.
No, no jugaría contigo
no soy lo suficientemente desgraciado.
Además no me gusta ese tipo de juegos.
Me fascina, pero no de esa manera.
Mejor míralo de esta forma:
simplemente cambié de opinión.
No seas exagerada,
no es para tanto,
no es que cambie mi opinión antojadizamente
no es que no me caigas bien
no es que me aburras
no es que me hagas daño.
Es más fácil que eso,
imagínate que de la misma manera
que no me gustaban los hongos y ahora sí
antes me gustabas y ahora no.
No, nada de eso.
Es sólo porque sí,
porque los gustos cambian.
Bueno, entiendo que no te guste la idea.
Si, comprendo.
De todas formas, por mucho que me digas esas cosas
no cambia lo que siento por ti.
Si querías herirme lo conseguiste,
no sé, quizás quieres algo más.
Dímelo. Te lo doy y asunto arreglado.
Está bien,
si eso quieres
no tengo problema en darte en el gusto.
Jamás, lo voy a hacer cuando yo quiera...
Y cuando esté seguro que luego no harás una tontera.
Nunca dije que no te quisiera,
es sólo que ya no me gustas
y quiero estar solo un tiempo.
Un año, dos años...
No lo sé.
Me agrada que no te des por vencida tan fácil,
pero sabes perfectamente que mi opinión,
siempre que cambia, es por factores totalmente impredecibles.
Si, lo soy.
Hay algo más que quiero decirte.
Sólo quería pedir perdón.
Sé que me equivoqué,
y mucho...
Pero te juro que no soy malo
y que si lo hice
fue de inmaduro
y porque no medí las consecuencias...
créeme que si hubiera estado consciente
no lo hubiera hecho.
Entiendo que no quieras,
pero si algún día cambias de opinión
me pondría contento saber que aceptas mis disculpas.
Está bien, que sea como tú dices.
Si, yo acepto; aunque advierto que no es lo que yo quiero.
No sé, dejar que las cosas pasen.
Sabes, para mí estos años han sido días extraños,
días donde llevo esperando que algo pase;
como si estuviera en invierno
y los días grises se volvieran infinitos,
entonces lo único que anhelas es que salga un poco de sol.
Hoy, quizás, el sol estuvo un poco más cerca,
pero de todas formas sigue ahí,
oculto. Lo único que quiero es ver las cosas nítidas
pero aunque sé que han pasado muchas cosas este invierno
no ha salido el sol.
Bueno, déjalo así.
De todas formas yo tampoco comprendo del todo.
Sabes, creo que ya es hora de irnos.
Está bien,
creo que está bien.
Hasta entonces.
(Entonces respiré profundo
se gestó un nudo gigante
una corbata colosal que acariciaba la garganta.
Todo se juntó allí
el nudo no dejaba pasar la saliva ni el aire
y mis manos comenzaron a desvanecerse en mi cara.
Bajé la vista
miré mis zapatillas
miré mis calcetines
aunque había un sol radiante,
yo simplemente era incapaz de verlo.)
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