Tengo dos opciones de respuesta en mi mente, una, ser un idiota y responder a la pregunta de la moral y la ética, alternativa que me va bastante bien y que por lo demás me satisface; la segunda, es reivindicar el leer textos estúpidos, que -creo- me agrada más.
Sin embargo, al reivindicar la lectura de textos estúpidos creo que tendría, al menos, dos opciones más sobre cómo hacerlo. Una tentadora alternativa podía ser conciliar la lectura de textos estúpidos junto con el hacer cosas vulgarmente llamadas estúpidas; por otro lado, podría Desestupidizar la lectura de textos (ya no estúpidos). Dentro de la desestupidización de cosas posiblemente estúpidas hay un sin fin de posibilidades respecto de cómo proceder. Una primera forma de reivindicación podría ser la típica valorización de "bueno" que le damos a las cosas, aduciendo que escribir textos es "bueno" y por tanto leerlos también. Pero creo que me convence más la comparación, vale decir, comparar los textos presuntamente estúpidos con textos, o cosas, presuntamente no-estúpidos o estúpidas. Pero aquí las cosas se complican un poco más, pues identificar el elemento correcto para comparar podría ser problemático.
El elemento correcto de la estupidez radica en un simple "Au revoir" (podría ser como un "nos vemos" o "hasta volver a vernos"). También existe un adieu, a-dieu (sans dieu = sin dios) como signo de una despedida final donde ya no hay más Dios. Creo que "adieu" viene desde la revolución francesa, con todo ese rompimiento de los republicanos que devino en las ulteriores divisiones de la iglesia con el Estado...
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