Llevaba la rutina a cuestas
Sus actos estaban llenos de cotidianidad
Sin embargo lo que hacía no era nada normal.
La normalidad se acercaba lentamente a todo
Cubría centenares de actos con su hálito
Cobijaba actos patológicos sin discriminar.
Súbitamente desapareció...
Se miró solo
Vio que lo que hacía no era lo que quería
Pero ya se había habituado a que fuera normal...
Aunque sabía perfectamente que la normalidad ya se había marchado.
La normalidad sabía que con su ausencia
Podía causar un poco de consciencia
E hizo bien en retirarse
Quitó, al irse, el naturalismo que se apoderaba de todo.
Él tuvo que enfrentarse y se dijo:
"No puedo seguir atado a un recuerdo"
Pero si pudo.
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